ADMINISTRACION DE
VACUNAS
La mayoría de las vacunas se
aplican por vía inyectable, salvo casos excepcionales, como la vacuna Sabin o
antitifoidea, para las que se utiliza la vía oral.
Las vías parenterales son la
intradérmica, la subcutánea y la intramuscular. La vía endovenosa es un error
de técnica.
VIA ORAL: Esta sería la vía ideal para la aplicación de vacunas. Las gotas
se vierten directamente en la boca del vacunado, para lo cual hay que respetar
la indicación del fabricante -en cuanto a la posición del frasco- para que cada
dosis contenga la mínima dosis inmunizante necesaria y, desde el punto de vista
operativo, se evite el desperdicio del material biológico por mayor dosificación
que la indicada.
El riesgo que se corre es que pueden ser regurgitadas o
vomitadas o que aquellas vacunas con sabor desagradable sean escupidas por el
niño. En estos casos se debe repetir la administración hasta que se esté seguro
de que la ingirió, dejar pasar un tiempo para insistir o agregarle una pequeña
porción de azúcar en el chupete, en caso de que lo use.
VIA INTRADERMICA: Esta vía admite muy poca cantidad de líquido vacunal, por lo que
no es útil cuando se necesita administrar mayor cantidad del inmunizante.
Es una presentación que produce una liberación lenta del
material biológico, debido a que la dermis es una zona sin irrigación sanguínea
directa. La zona de aplicación es la región deltoidea de ambos brazos,
indistintamente.
Requiere de una técnica de aplicación muy exquisita, que
debe ser practicada por personal muy bien entrenado. Se aplica con aguja 27 x
1/2" (13 x 0,4 mm), de bisel corto y perfecto y jeringa de 1 ml -de las
llamadas tipo tuberculina- que tiene que estar bien calibrada y con
deslizamiento correcto del émbolo. En el momento de la aplicación, la aguja se
introduce con el bisel hacia arriba casi en forma paralela a la piel, mientras
ésta es estirada hacia abajo.
Los errores que se cometen en la aplicación intradérmica
-como, por ejemplo, pasar con la aguja a la zona subcutánea o inocular mayor
cantidad que la dosis indicada- acarrean consecuencias desagradables y muy
serias para el vacunado.
Por este motivo no se recomienda la aplicación de la
vacuna BCG en establecimientos de salud donde no haya personal entrenado.
VIA SUBCUTANEA: La técnica consiste en llevar la aguja a una profundidad mayor
que en la vía intradérmica, es decir al tejido subcutáneo, que es un tejido
ampliamente irrigado y laxo, lo que facilita la expansión del proceso
inflamatorio local; esta característica motivó que se prefiriera reemplazarla
por la vía intramuscular.
La inyección se hace en la región deltoidea utilizando
una jeringa de 1 ml y aguja 27 g x ½" (13 x 0,4 mm). En el momento de la
inyección se hace asepsia de la zona con alcohol de 70º u otro desinfectante
adecuado para la piel. Se espera a que ésta seque, luego se sostiene la piel
entre los dedos, traccionando hacia fuera y tratando de desplegarla de los
planos profundos, formando un pliegue; la aguja se introduce en un ángulo de
45º con la piel, luego se succiona con el émbolo para cerciorarse de que no se
ha punzado ningún vaso sanguíneo. Comprobado esto último, se descarga el
biológico.
VIA INTRAMUSCULAR: La inyección se puede aplicar en tres posibles sitios: en el
cuadrante supero-externo de la región glútea, en la región anterolateral media
del muslo o en la región deltoidea. Es la vía preferida porque causa menos
molestias al aliviar las reacciones locales al vacunado, aunque tiene sus inconvenientes
en lo que respecta a la eficacia de algunas vacunas aplicadas en ciertos sitios
y a la aceptación por parte de la población.
Se utiliza jeringa de 1 ml y aguja 40 X 0,8 mm para
adultos y 25 X 0,8 mm para niños. En el momento de la aplicación se realiza
asepsia de la zona con alcohol de 70º u otro desinfectante de piel, luego se
succiona con el émbolo para cerciorarse de que no se ha punzado ningún vaso
sanguíneo y recién entonces se descarga el biológico.
a) Región anterolateral media del muslo: La cara
anterolateral del muslo superior (músculo vasto externo). Localización indicada
para recién nacidos, lactantes y niños menores de 12 meses. En niños de 12 a 36
meses es preferible esta localización a no ser que el deltoides esté bien
desarrollado. Para localizar el punto de inyección se divide en tres partes
iguales el espacio entre el trocánter mayor del fémur y la rodilla y se traza
una línea media horizontal que divida la parte externa del muslo. En el tercio
medio, justo encima de la línea horizontal, se encuentra el punto de inyección.
El decúbito supino es la mejor posición para colocar al niño, al estar el muslo
más relajado.
b) Región deltoidea: En niños mayores de 36 meses (o de
12-36 meses si el deltoides está bien desarrollado), adolescentes y adultos. El
punto de inyección sería el espacio delimitado por el triángulo de base en el
borde inferior del acromion y el vértice, debajo del lugar de inserción del
músculo deltoides.
c) Región glútea: El cuadrante superior externo de los
glúteos, normalmente no debe usarse para inmunizaciones, en especial en los
lactantes, pues se corre el riesgo de lesionar el nervio ciático. Se utilizará
excepcionalmente y sólo en mayores de 3 años o en aquellos que caminen desde al
menos un año antes. La región glútea de los niños está formada principalmente
por grasa, por lo que si se administra la vacuna en esa zona, la velocidad de
absorción podría quedar disminuida.
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