Trastornos del sueño
El
insomnio es un tipo de trastorno del sueño, el más común, que se caracteriza
por dificultad para dormirse, o mantener el sueño; la persona se despierta muy
fácilmente, provocándole un grave problema. No es una enfermedad, sino un
síntoma de algún problema psíquico o físico.
El
sueño es un estado de suspensión de la conciencia en donde se produce la
recuperación física del organismo, el corazón late más despacio, no hay cambios
bruscos en la presión arterial, el flujo sanguíneo al cerebro y órganos
internos disminuye y la respiración también es más lenta.
CICLO
DEL SUEÑO NORMAL
El
sueño se divide en:
* Sueño no-REM: se produce pérdida de la
conciencia y dura alrededor de 1 a 2 horas. Se subdivide en:
Etapa
1: la actividad del cerebro es lenta y amplia. El ritmo de ondas alfa (reposo
sensorial) es sustituido por un ritmo de ondas theta (sueño inicial).
Etapa
2: la actividad del electromiograma es reducida.
Etapa
3: se caracteriza porque el registro del electroencefalograma indica entre un
20 y 50% de ondas delta (sueño profundo).
Etapa
4: a diferencia de la etapa anterior, existe más de un 50% de estas últimas
ondas.
* Sueño REM: también llamado "sueño
paradójico", dura alrededor de 25 minutos.
Cuando
una persona comienza a dormir, su sueño pasa por las etapas 1, 2, 3 y 4. Esta
última dura alrededor de 50 minutos, volviendo luego a las etapas 3, 2. A
continuación le sigue el sueño REM.
La
alternancia entre el período no-REM y sueño REM se repite 4 a 5 veces durante
la noche.
Los
trastornos del sueño se clasifican en:
* Insomnios.
* Hipersomnias (somnolencia excesiva).
* Parasomnias (comportamiento anormal durante el
sueño).
Clínica
Los
síntomas que presenta el paciente son múltiples, entre los que se destacan:
* Estados nerviosos.
* Irritabilidad.
* Cansancio físico y mental.
* Problemas de relación.
* Mal rendimiento en el trabajo.
* Disminución de la memoria y
concentración.
* Fatiga.
* Ansiedad.
* Falta de energía.
* Somnolencia diurna, que puede llegar a
provocar accidentes domésticos o en el lugar de trabajo.
Existen
factores que pueden influir en la duración del sueño, como la alimentación,
actividad física y psíquica, temperatura del ambiente, sexo (la mujer necesita
más tiempo para dormir ya que posee un sueño más superficial), etc.
Diagnóstico
La
causa principal para poder diagnosticar insomnio es la dificultad para iniciar
y mantener el sueño. Este problema suele presentarse varias veces a la semana
durante uno o varios meses.
El
insomnio se clasifica de acuerdo a su duración en:
* Insomnio transitorio: se relaciona con
la adaptación a nuevos horarios por viajes (jet-lag) o a ambientes no
acostumbrados, y no suele durar más de 3 días.
* Insomnio de corta duración: es aquel
que se presenta por alguna enfermedad breve, problemas en el ámbito laboral,
familiar, social, etc.; generalmente se extiende hasta 3 semanas.
* Insomnio de larga duración: está
relacionado con problemas psiquiátricos y psicológicos, o trastornos
emocionales fuertes; también se vincula a la droga-dependencia y consumo de
alcohol; se mantiene durante varios meses o años.
El
insomnio es debido a una hiperactividad aminérgica
y/o hipoactividad colinérgica. El 85% de los casos es
debido al estrés, ansiedad, esquizofrenia y síndromes depresivos. En otros,
este trastorno es temporal y puede producirse por exceso de ropa al acostarse,
por temperatura del ambiente y ruidos extraños, etc.
El
alcohol es otra causante de insomnio. Es un agente depresor del sistema
nervioso con efectos a corto y largo plazo sobre el sueño; produce abolición de
una fase del mismo, fase REM (rapid eyes movements) o MOR
(movimientos oculares rápidos). La persona suele despertarse fácilmente y luego
le es difícil volver a dormir. A largo plazo, produce alucinaciones por
supresión de esta fase (alucinosis alcohólica).
Esta
etapa REM está relacionada con la memoria y aprendizaje.
Existen
otras causas: entre ellas, la fiebre, que también suprime la fase REM del
sueño. Asimismo, el trastorno puede deberse a ciertas dolencias producidas
durante la noche, como ocurre en aquellas personas que padecen de úlceras pépticas
o carcinomas de estómago, etc.
El
insomnio en los ancianos es más difícil de resolver debido a los cambios
fisiológicos que se producen al envejecer.
Prevención
Existen
hábitos que pueden mejorar la calidad del sueño y de la vida; se recomienda,
antes de comenzar un tratamiento farmacológico:
* No alterar el ritmo de vigilia y sueño,
tener un horario habitual para acostarse y levantarse.
* No realizar siestas, si esto imposibilita
dormirse por las noches.
* El ambiente debe ser oscuro, sin luces
y sonidos del exterior y debe tener una buena temperatura ambiental.
* Evitar cenar comidas pesadas.
* Realizar alguna actividad física, ya
que el cansancio físico produce relajación.
* Evitar leer en la cama o permanecer en
ella si no se llega a conciliar el sueño en 30 minutos.
* Evitar cualquier situación de
excitación que tenga efecto negativo sobre el sueño, como por ejemplo mirar
películas violentas antes de dormir.
* Tomar un vaso de leche caliente, ya que
puede tranquilizar a una persona.
* Evitar tomar té, café, alcohol.
* Evitar el tabaco.
* Tomar un baño caliente.
* La postura también puede ser importante.
Si se tiene algún problema cardíaco o digestivo se aconseja dormir sobre el
lado derecho; si hay problemas de columna, boca arriba, si hay úlcera de
estómago boca abajo, para la artrosis cervical se debe dormir sobre una
superficie plana, boca arriba, y con almohada especial para apoyar la nuca.
Tratamiento
Antes
de comenzar con el tratamiento se definirán los siguientes términos:
SEDANTES:
son aquellos fármacos que disminuyen la actividad, moderan la excitación y
producen un estado de calma.
La
sedación es un efecto colateral de muchos fármacos que no son depresores
generales del sistema nervioso central.
HIPNOTICOS:
son aquellos fármacos que producen somnolencia y facilitan la aparición y el
mantenimiento de un estado de sueño. Este se asemeja al natural en sus
características electroencefalográficas y, desde él,
puede el receptor ser despertado con facilidad; el efecto se llama hipnosis.
Características:
los hipnóticos ideales deben:
* Inducir el sueño en forma rápida y
predecible.
* Mantener el sueño por un período de 7-8
horas.
* Evitar los despertares frecuentes.
* Preservar todas las etapas del sueño
REM y no-REM en sus porcentajes correspondientes.
* No generar efectos adversos inmediatos
(horas de la mañana) o tardíos (semanas o meses después de iniciado el
tratamiento).
* No disminuir su eficacia durante su
administración prolongada.
Un
tratamiento con hipnóticos debe complementarse con una buena higiene o
educación del sueño y con terapias conductuales.
SEDANTES-HIPNOTICOS:
son ejemplos las benzodiazepinas. Se utilizan como
relajantes musculares y como antiepilépticos.
* El insomnio tiene muchas causas y es
necesario un diagnóstico diferencial preciso antes de considerar el
tratamiento. La terapia del comportamiento, la psicoterapia o los fármacos no
hipnóticos pueden ser superiores a los hipnóticos cuando el insomnio tiene una
causa específica (por ejemplo, ciertas drogas mejoran el sueño en determinados
pacientes: hiperkinéticos, con enfermedad de
Parkinson, con depresión endógena, psicóticos, etc.).
* Además, el insomnio puede estar
relacionado con la ingestión de alimentos o café antes de acostarse, o debido a
ciertos fármacos.
* Solamente cuando no pueden eliminarse
las causas específicas del insomnio, debe considerarse el tratamiento con
fármacos hipnóticos.
* En el insomnio transitorio, como en los
casos de viajes en avión, por alteraciones del horario -"jet lag"
puede justificarse el uso de hipnóticos.
* En el insomnio a corto plazo puede
prescribirse un fármaco, y el paciente debe ser aconsejado. Generalmente son
útiles las benzodiazepinas.
* El uso de sedantes-hipnóticos en el
tratamiento del insomnio de larga duración es controvertido, por el desarrollo
de tolerancia y abuso, y porque posiblemente esta situación se deba a
enfermedades que pueden tratarse con psicoterapia, terapia física o fármacos no
hipnóticos.
INDUCTORES
NATURALES DEL SUEÑO
La
mayoría de estos medicamentos contienen una sustancia sintética: MELATONINA.
La
melatonina es una hormona que segrega, en forma natural, la glándula pineal del
cerebro. Tanto la síntesis como la liberación presentan un ritmo circadiano
(ritmo de 24 horas): son estimuladas por la oscuridad e inhibidas por la luz que
penetra a través de la retina y van disminuyendo con la edad debido a que esta
glándula se calcifica y, como consecuencia, el nivel de melatonina cae.
Los
especialistas recomiendan, como precaución, tomar melatonina durante la noche,
ya que produce relajación muscular y mental, y preferir los preparados de
laboratorio a la hormona de origen animal.
SEDANTES
NATURALES
* TILO (Tilia cordata Mill.)
Como
sedante se usa una infusión de la inflorescencia junto a la bráctea. El
flavonoide presente en las inflorescencias, kaempferol
(tilosol) es el que presenta un efecto ansiolítico,
que conserva una actividad sedante, a diferencia de la crisina
(pasionaria) y apigenina (manzanilla), que ejercen su
acción ansiolítica sin provocar sedación. El consumo de alta
cantidad de infusiones de tilo pueden provocar su efecto contrario,
insomnio, además de taquicardia y disminución de la tonicidad cardíaca. Por lo tanto se recomienda realizar intervalos de una semana cada 3
de tratamiento. No se aconseja utilizar este sedante en aquellos pacientes que
siguen terapias anticoagulantes porque éstas pueden potenciar los efectos.
* PASIFLORA (Passiflora
coerulea L.)
Posee
diversos nombres, como: pasionaria, maracuyá, granadilla, etc. Para el
tratamiento de la ansiedad, tensión nerviosa e insomnio, se recomiendan
infusiones de hojas y flores de esta planta. Se puede acompañar con melisa,
valeriana y tilo para el insomnio y crataegus (espino
albar) para las palpitaciones y taquicardia. El responsable de este efecto
ansiolítico es un flavonoide, la crisina. Su efecto
es semejante al del sueño fisiológico. Dosis altas pueden provocar náuseas y
vómitos por su amargo sabor, cefaleas y taquicardias. También pueden potenciar
a los fármacos inhibidores de la monoaminooxidasa
(MAO). No se aconsejan las infusiones en embarazadas o mujeres en período de
lactancia, como tampoco en niños.
VALERIANA (Valeriana officinalis L.)
La
raíz de valeriana se utiliza como sedante en aquellos pacientes que nunca
recibieron otro tipo de tratamiento. Los valepotriatos
son los responsables de este efecto. Se debe tomar por lo menos una hora antes
de acostarse, ya que puede provocar cierto estado de intranquilidad en un
principio. Las altas dosis de valeriana pueden provocar diarreas, cefaleas y
vértigo, por lo que se debe suspender el tratamiento. No se recomienda en
embarazadas ni en períodos de lactancia, como tampoco su uso prolongado porque puede
provocar dependencia. De igual modo, no debe mezclarse con alcohol ni drogas
supresoras.
* MELISA (Melissa officinalis
L.)
Conocida
también como toronjil. Se utilizan las sumidades floridas. El aceite esencial y
el flavonoide apigenina son los responsables del
efecto sedante suave y ligeramente hipnótico. También, para potenciar el
efecto, se puede administrar junto con extracto de manzanilla. En casos de
ansiedad e insomnio se usa en forma de infusión y, combinado con crataegus, se emplea para la taquicardia.
* MANZANILLA (Matricaria recutita L.)
En
homeopatía se la conoce como Chamomilla. El efecto
ansiolítico se debe al flavonoide apigenina. Esta
acción sedante es menor que la inducida por el diazepam,
sin provocar relajación muscular. Puede interferir en la absorción del hierro
durante los tratamientos orales con este mineral.
* ESPINO ALBAR (Crataegus
oxyacantha L.)
Presenta
un efecto sedante mayor que el de la valeriana. La actividad sedativa sobre el
sistema nervioso central se basa en una acción frenadora sobre el tono
simpático exaltado, como en vértigos, hipermotividad,
alteraciones motoras, etc. Se suele combinar con pasiflora y valeriana para el
nerviosismo y las palpitaciones.
LO QUE EL
FARMACÉUTICO DEBE SABER
* Tipos de trastornos (insomnio,
hipersomnia, parasomnia).
* Edad del paciente.
* Cantidad de horas en las que se
presenta este trastorno.
* Frecuencia.
* Duración.
* Existencia de otros antecedentes
patológicos.
* Si se evidencian otros fenómenos como
sonambulismo, enuresis nocturna, ronquidos, trastornos respiratorios, hablar
dormido, etc.
* Si el afectado padece de ansiedad,
depresión u otros problemas psiquiátricos.
* Si ingiere bebidas alcohólicas, café o
té.
* Si toma o ha tomado otros tipos de
fármacos indicados para esta clase de trastorno, o no y si la administración se
ha hecho con o sin prescripción médica.
* Si la paciente está embarazada o en
período de lactancia.
* Si el paciente presenta tolerancia a la
lactosa, ya que algunas formulaciones la contienen.
* Conocer los distintos productos que
existen en el mercado, formas de presentación, efectividad de los principios
activos, contraindicaciones, posibles reacciones adversas de cada
constituyente, interacciones con otros medicamentos.
* Ventajas y desventajas de las posibles
opciones terapéuticas.
El
farmacéutico debe aconsejar sobre el correcto uso de los fármacos para lograr
un buen resultado terapéutico.
Debe
acudir al médico si se observa que:
* A pesar del tratamiento, el trastorno
del sueño continúa y no hay mejoría.
* Si se sospecha la presencia de
reacciones adversas a los medicamentos.
* Si aparecen otros problemas como la
apnea nocturna, etc. Las complicaciones que pueden presentarse son: arritmias
cardíacas y cuadros de presión alta, entre otras.
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