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Dolor de Espalda


 

DEFINICIÓN

El dolor producido por alteraciones en la columna vertebral es una afección muy frecuente en la población general. Ocho de cada diez personas pueden padecer dolor de espalda en algún momento de sus vidas y suelen producirse entre los 30 y 50 años.

Las personas que padecen dolor de espalda lo describen como una sensación lenta y continua o aguda y punzante, que causa rigidez y dificultad al estar quieto o al moverse, o dolor u hormigueo en las nalgas y en las piernas hasta la rodilla.

La espalda está sometida a un stress repetido que inicialmente puede no producir dolor. Sin embargo, la acumulación de estos episodios y los eventuales cambios degenerativos acaban ocasionando dolor de espalda. Este puede ser crónico, independientemente de la ocupación de la persona.

 

CLINICA Y DIAGNÓSTICO

Clínica

El dolor de espalda puede ser de dos tipos:

mecánico, ocasionado por el rozamiento de las articulaciones, los ligamentos o los músculos de la espalda. Se extiende desde la parte más baja de la espalda irradiando a las nalgas hasta la parte superior de los muslos. Es un dolor no muy agudo que suele aparecer luego de trabajar en el jardín, levantar pesas, o al realizar cualquier otro ejercicio.

por pinzamiento , ocasionado por irritación del nervio debido a una estenosis espinal o hernia de disco. El nervio ciático, que controla los movimientos de los músculos y las sensaciones de las piernas, puede provocar un entumecimiento en las mismas, con punzadas, produciendo dolor.

Existe un tercer dolor, que es el que se produce desde uno de los dos lados de la parte central de la espalda o debajo de la caja torácica; es menos común ya que puede producirse por problemas renales. Se acompaña también de decoloración de la orina, dolor en la micción, etc.

Diagnóstico

El médico realizará un reconocimiento físico para determinar si el dolor es de origen músculo esquelético, neurológico o visceral, y ordenará un examen radiológico. Las radiografías permiten observar el grado de degeneración de los discos intervertebrales. También puede realizarse una resonancia magnética nuclear (RMN) que permite ver huesos, nervios y discos intervertebrales. Lo mismo sucede al realizar una tomografía computada.

 

ETIOLOGÍA

El dolor de espalda tiene múltiples causas.

Las causas de los dolores de espalda de tipo mecánico son:

mal estado físico
malas posturas
falta de ejercicios
malos hábitos de trabajo
exposición a la vibración producida por vehículos o maquinarias industriales
mal dormir
traumatismos
esfuerzos bruscos
ciertos deportes (esquí, automovilismo, etc)

Debida a enfermedades:

artrosis de columna
osteoporosis
espondilitis
hernia de disco
infecciones (como problemas renales)
tumores
fumadores (son más propensos a sufrir dolores de espalda ya que la nicotina disminuye el flujo de sangre a las vértebras).

 

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Prevención

Consejos:

controlar el peso corporal, ya que el sobrepeso produce gran tensión en la espalda.
Al buscar un objeto a una altura superior a la de los hombros se debe parar sobre una base.
No levantar objetos pesados.
Flexionar las rodillas al levantar un objeto del suelo o por ejemplo, al tender la cama.
Si se duerme boca arriba, la presión que se produce sobre la espalda es de 24 kg, por lo que se debe colocar un almohadón debajo de las rodillas: esto provoca una reducción de esta presión a la mitad.
Si se duerme de costado, colocar un almohadón entre las piernas para evitar que las caderas tengan un movimiento rotatorio y se aumente la presión en la espalda.
Evitar acostarse sobre el estómago (boca abajo).
Evitar el cigarrillo y alcohol.
Realizar ejercicios físicos para mejorar la flexiblidad del cuerpo y aumentar la fuerza y el tono muscular. Los mejores son los que producen estiramiento en la región lumbar. Se deben hacer con suavidad, lentitud y en forma regular:

INCLINACION DE PELVIS: para disminuir una curva exagerada de la parte inferior de la columna vertebral. Acostarse boca arriba sobre una superficie dura, con las rodillas dobladas y talones sobre el suelo, levantar las nalgas y contraer los músculos del estómago, mantener durante 10 a 15 segundos. Repetir este ejercicio diariamente.

ABDOMINALES: acostarse boca arriba sobre el suelo con las rodillas flexionadas. Colocar los brazos cruzados sobre el pecho y meter la barbilla. Levantar lentamente la cabeza y luego los hombros. Mantener durante 10 segundos y relajar; luego bajar lentamente. Realizar 3 series de 10 movimientos.

ESTIRAMIENTO DE CADERA Y CUADRICEPS: pararse sobre un pie, con la otra pierna doblada en 90º , sostener el tobillo en la parte frontal, llevarlo hacia atrás y el talón hacia las nalgas. Mantener durante 10 segundos. Repetir con la otra pierna.

ESTIRAMIENTOS DE LA ZONA LUMBAR:
Sentarse en el suelo con las piernas separadas y colocar las manos sobre las rodillas. Llevar las manos hacia los tobillos, hasta tocar los dedos de los pies.
Acostarse de espaldas con las rodillas dobladas. Sostener una rodilla con ambas manos y llevarla hasta el pecho. Repetir con la otra pierna.
Para aumentar la flexibilidad de la espalda, acostarse boca abajo con los codos doblados y las manos sobre las orejas. Luego, levantar hombros y piernas al mismo tiempo sin doblar las rodillas.

Tratamiento

Los dos objetivos para un tratamiento de dolor de espalda son:

aliviar el problema y 
evitar una recaída.

Existen dos tipos de tratamientos:

Conservador: medicación, rehabilitación.
Quirúrgico: para aquellas situaciones en que fallan los procedimientos conservadores.

El tratamiento debe dirigirse a la causa específica del dolor y dependerá también de las condiciones individuales; el médico puede indicar analgésicos, calmantes, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), relajantes musculares y ejercicios de rehabilitación.

El dolor de espalda no crónico o causado por una lesión nerviosa generalmente desaparece con rapidez con tratamientos caseros como la aplicación de hielo para reducir el dolor y los espasmos musculares y la aplicación de calor para mejorar la circulación y curación.

El tratamiento para el dolor de espalda crónico o recurrente causado por una lesión nerviosa incluye: estimulación eléctrica del nervio; medicamentos con receta para aliviar el dolor, reducción de la hinchazón y relajación de los músculos.

Las lesiones de espalda más graves deben tratarse con inyecciones para aliviar el dolor o cirugía.

ANALGESICOS (indicados para procesos inflamatorios y dolorosos agudos y crónicos, de tejidos blandos):

Acido acetilsalicílico: para procesos dolorosos somáticos, inflamación de distinto tipo.
Dipirona: indicado para algias por afecciones reumáticas.
Ibuprofeno: para procesos inflamatorios y dolorosos, agudos y crónicos.
Tramadol: indicado para dolores agudo y crónico, severo a moderado.

ANALGESICOS OPIACEOS (indicado para dolores moderados a severos):

Codeína: para dolor moderado a severo.
Dextropropoxifeno: indicado para el tratamiento del dolor agudo o crónico, leve a moderado.
Meperidina: posee efectos analgésicos, disfóricos escasos y antiespasmódicos leves (a diferencia de la morfina).
Morfina: indicada para tratamiento moderado a severo en pacientes que requieran analgesia potente durante un tiempo prolongado. 
Oxicodona: indicado para el dolor severo a moderado de distinto origen.

ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDES:

Acido acetilsalicílico: para procesos dolorosos somáticos, inflamación de distinto tipo.
Diclofenac: indicado para tratamientos breves de afecciones agudas: procesos inflamatorios post-traumáticos, reumatismo extraarticular.
Diflunisal: indicado para artrosis, reumatismo extraarticular, artritis reumatoidea.
Flurbiprofeno: indicado para artritis reumatoidea y artrosis.
Ibuprofeno: para procesos inflamatorios y dolorosos, agudos y crónicos.
Indometacina: indicado para alteraciones musculoesqueléticas.
Ketoprofeno: indicado para artritis reumatoidea, osteoartritis, dolor leve a moderado.
Nabumetona: indicado para artrosis y artritis reumatoidea, reumatismos extraarticulares.
Naproxeno: indicado para artritis reumatoidea, osteoartritis, artritis reumatoidea juvenil, trastornos musculoesquéleticos agudos.
Oxaprozina: indicado para osteoartritis, artritis reumatoidea, reumatismos extraarticulares.
Piroxicam: indicado para afecciones que requieran acción antiinflamatoria y analgésica como la artritis reumatoidea, osteoartritis, trastornos musculoesquéleticos agudos.
Sulindac: indicado para osteoartritis, artritis reumatoidea.
Tolmetina: indicado para patologías inflamatorias o dolorosas de origen mioarticular, patologías reumáticas.

RELAJANTES MUSCULARES:

Carisoprodol: indicado para trastornos musculares dolorosos, lumbalgias.
Diclofenac + Pridinol: indicado en procesos inflamatorios y dolorosos acompañados por contractura muscular, procesos reumáticos articulares y extraarticulares, mialgias, lumbalgias y ciatalgias.
Piroxicam + Mirtecaina (Nopoxamina): indicado para procesos inflamatorios agudos con intenso dolor somático y componente neurítico, artropatía reumática, artrosis en todas sus variantes, espondiloartrosis cervical, dorsal y lumbar, discopatías y contracturas musculares.
Quinina: indicado para la prevención y tratamiento de los calambres musculares de los miembros inferiores.
Tizanidina: indicado para patologías espásticas y dolorosas musculoesqueléticas, enfermedades de la médula espinal debidas a procesos degenerativos, traumáticos, infecciosos o tumorales.

 

LO QUE EL FARMACÉUTICO DEBE SABER

Edad del paciente. Si el paciente es de edad avanzada se debe tener en cuenta que las caídas (causando daños en la espalda), pueden producirse como consecuencia de una hipotensión postural o mareos como reacción adversa ante ciertos fármacos. 
Si la paciente se encuentra embarazada, se debe evitar el uso de aspirina durante el mismo.
Si existe hipersensibilidad, especialmente hacia la aspirina u otros fármacos.
Duración y localización del dolor. 
Si hubo traumas o lesiones recientes.
Si ha realizado ejercicios forzados.
Si está tomando alguna medicación.
En caso de recomendar algún medicamento, el farmacéutico deberá informar al paciente:
Posibles reacciones adversas que puede ocasionar.
Cumplimiento del tratamiento.

 

CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO

Si se sospecha que se ha producido una reacción adversa ante ciertos fármacos.
Si al cabo de una semana no hay mejoría luego de haber estado expuesto a ejercicios intensos o haber trabajado en el jardín.
Si el dolor de espalda está acompañado de alguna anomalía al orinar.
Si hay suposición de alguna fractura.
Si el dolor de espalda provoca entumecimiento y punzadas que se extienden por las piernas.

 

 
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