Indicaciones: Doxepín (tópico y sistémico) está indicado en prurito inducido por escoriaciones neuróticas, urticaria, liquen plano, dermatitis atópica y de contacto, etc.
Propiedades:Tratamiento del prurito: El tratamiento más común es el uso de antihistamínicos orales y corticoesteroides tópicos. Sin embargo, en cada caso, los potenciales efectos adversos por el uso de aquellas drogas llevan a una reducción en las dosis o un acortamiento de la farmacoterapia que en cada caso redunda en una menor efectividad de la misma. Es por esto que hoy se usan compuestos tricíclicos usados comúnmente en depresión, tales como Doxepín y amitriptilina, que han demostrado tener propiedades antipruriginosas. Esta acción terapéutica está basada fundamentalmente en su acción anti H1 y anti H2, notoria en el caso de Doxepín. Uso tópico: Con la aplicación tópica de Doxepín, se consigue tratar localmente las áreas afectadas con una importante reducción de los efectos adversos (anticolinérgicos y centrales) y con un bajo potencial de sensibilización. Aplicado en crema al 5%, Doxepín es igualmente efectivo para dermatitis atópica, liquen simple crónico, dermatitis de contacto y eczematosa. Ya dentro de las 24 horas siguientes al inicio del tratamiento se produce un alivio de los síntomas en más de un 60% de los pacientes. Este porcentaje llega a un 85% a los 7 días.
Posología:Ejemplos de formulaciones magistrales: Rp.1/ Doxepín 10 - 75 mg; excipientes c.s.p. 90 cápsulas. Rp.2/ Doxepín 5 %; crema base c.s.p. 60 gr.
Efectos Colaterales: La reacción adversa más común producida por su administración tópica es la somnolencia (20%), seguida de irritación y ardor por uso prolongado. Estas reacciones decrecen en frecuencia e intensidad durante el transcurso del tratamiento.
Contraindicaciones: Doxepín no debería ser utilizado en pacientes que estén en tratamiento con IMAO y sólo con precaución en pacientes con glaucoma y retención urinaria.
Observaciones:Información general: El prurito es un síntoma común de muchos desórdenes dermatológicos y enfermedades sistémicas. Entre las causas patológicas más frecuentes se cuentan la xerosis, desórdenes neurogénicos y sistémicos (falla renal, diabetes, etc.) y trastornos inflamatorios (dermatitis atópica y de contacto, urticaria, liquen plano y psoriasis, entre otras).